COLUMNA DE OPINIÓN
por Lilian Burgos
Encargada de Comunicaciones de CHILEMEAT (by Faenacar)
No existe una receta o varita mágica que cambie a corto plazo el nuevo escenario de crisis que experimentan las plantas faenadoras y procesadoras de carne de vacuno y ovino en Chile.
Hoy con producciones que apenas alcanzan al 50% de su capacidad total, tenemos planteles con secciones cerradas por detectar algún contagiado de COVID-19, y otras con paralizaciones paulatinas por el pánico de sus trabajadores al contagio, complicando así la generación de empleos directos e indirectos que son altamente significativas en las regiones donde se asientan.
Desde el estallido social del 18 oct. 2019, los asociados de CHILEMEAT no han tenido tregua -y me preocupa-, por lo que desde mi confinamiento obligado por la pandemia, quiero decirles -a modo de sugerencia-: ¡no bajen los brazos!, no dejen que el miedo los paralice, esto jamás será una opción para enfrentar la crisis; lideren como quien compone jazz.
Vaya que fácil es plantearlo me dirán; ante ello ya decía el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, que había que desconfiar de las ideas concebidas detrás de un escritorio, pues las mejores florecen al caminar. Confinada, sin contacto social a lo que estoy acostumbrada, sin duda que mi mente ya hace perturbada, así como imagino que lo deben estar las mentes de las secretarias, jefes de operaciones y calidad, trabajadores y gerentes con los que solía tener contacto en tiempos normales de trabajo.
A todos ellos les dedico esta columna de opinión, deseando alentarles al decir que, en tiempos de crisis debemos obligarnos a sacar lo mejor de cada uno: Lo Humano, demasiado humano dicen por ahí… Y para ello quiero aportar con ideas, que espero sean juzgadas por ustedes, no como verdad absoluta, sino como un marco de sugerencia que les invita a improvisar antes que planificar, porque frente a escenarios tan cambiantes, las circunstancias demandan adaptación rápida, escucha activa y empática, pero sobre todo saber trabajar con los recursos existentes.
No pretendo entregarles tips de manejo de crisis o tips de como actuar el CEO con sus colaboradores, pero me comprometo a trabajar breves apuntes sobre estos temas para que les sirvan de guía. Lo que aspiro ahora es básicamente plantear un mensaje que los invite a pensar -por ejemplo-:
Se han preguntado ¿qué hay en común entre el 18-oct. 2019 y el COVID- 19 en Chile?
Frente a esta respuesta ya hace ante sus ojos el factor clave a trabajar como empresas en beneficio a la sustentabilidad del negocio. Pues para mí el factor clave -hoy más que antes- es Social, Económico y Medioambiental.
Tras el estallido 18-oct- queda más que claro, pero con la pandemia a muchos se les pasa por alto que la rentabilidad de la empresa pende de un hilo si sus colaboradores y proveedores paralizan sus faenas.
“Los recursos intangibles tienen -de igual manera que los tangibles- incidencia en la cuenta de resultados y el balance”.
Según Rodrigo Alvial
Director General de Merco Chile
Ranking de Responsabilidad y Gobierno Corporativo 2019.
Según datos internacionales del Institute Reputation el factor más importante para el destino de las compañías, postsalida de las crisis, es el modo en que hayan tratado a sus colaboradores. Despidos, rebajas de sueldos, o creencias tan nocivas como pensar que el teletrabajo es estar de vacaciones, o que sus trabajadores no quieren trabajar de flojos, obviando que la histeria colectiva ante una pandemia es razón suficiente para salir corriendo, finalmente dañan severamente en el mediano y largo plazo el prestigio de las empresas. Las personas, las comunidades que los rodean, esperan que las compañías sean actores protagónicos en esta crisis aportando soluciones, -agrega-.
Al respecto, soy una convencida que toda crisis, interna o externa, familiar o empresarial, se enfrenta con una buena comunicación entre las partes. Pablo Harpen -director del Centro de Reputación Corporativa en U. de los Andes- ya lo adelantaba en su columna del domingo 05 de abril en el Mercurio (los invito a buscarla y leerla), ejemplificando cómo Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, entrega las cifras de la pandemia, convirtiéndose en el vocero que uno espera encontrar en las empresas en tiempos de crisis.
Les pregunto Asociados ¿Cuentan con un vocero? ¿Ya conformaron una mesa de trabajo de crisis multidisciplinaria? ¿en esa mesa de trabajo cuentan con algún representante sindical? … Si bien la vida no es un juego de ajedrez (según lo dicho en uno de los libros de Kasparov), saber cómo moverse en una crisis conlleva técnicas similares a los movimientos que se emplean en un tablero de ajedrez; pero a mí me acomoda ejemplificárselos con el Jazz.
¿Cuántos de ustedes escuchan y disfrutan del jazz? Yo soy una de ellas.
Sé bien que la improvisación es la base de este estilo musical, pero también sé que el secreto de los jazzistas es construir armonía con músicos con los que ya tienen afinidad y se conocen. En su improvisación hay una composición previa de conocimiento personal.
En tiempos de crisis, clave es involucrar a toda la organización a todo nivel, porque la única manera de contener el estrés de toda crisis es entender las necesidades de nuestros colaboradores, controlar los ánimos catastróficos y comunicar con mucha sinceridad y claridad las acciones que se van a tomar. Sean reajuste de sueldos, sea acogerse a la ley del trabajo en un 50%, sean despidos, etc. La comunicación debe ser constante, relevante, contingente, empática hasta la médula.
Cuenta Pablo Harpen en su columna, que el gobernador de Estados Unidos brinda mensajes cargados de datos -con claridad y transparencia-, combinados con relatos humanos. Osea, conexión entre información dura y vivencia humana, la que jamás debe caer en fatalismos, pues el objetivo en cada intervención del vocero es dar un horizonte de salida: esperanza.
Diseminar un ánimo catastrófico amenaza la salud mental de cualquier humano, por lo que es imperante señores identificar ese Líder que contenga y dirija la planta, elevando la moral de sus colaboradores.
Por mi parte, tú que perteneces a la Industria Ganadera en Chile, te digo:
¡Hoy más que antes, NO BAJES tus BRAZOS!
Chile, las regiones, las familias, tu familia; nos necesitan
Yo los necesito
Que el miedo no nos paralice, sino que nos estimule actuar
Sepan, e internalicen, que cada una de las Plantas Faenadoras y Procesadoras de Chile son en sí mismas islas sanitarias ante esta pandemia que nos amenaza
Ser Parte de la Cadena de Abastecimiento Alimentario tiene que ser hoy sinónimo de ORGULLO
No olviden que el ADN del negocio de la carne tiene como componente SER rentable, y también un alto grado SOCIAL.