Sabías qué medir objetivos sociales y ambientales es una herramienta de gestión de riesgos que permite no sólo maximizar las utilidades, sino también incrementar los inversores y atraer mejores clientes. CHILEMEAT estuvo cubriendo el evento y te invita a conocer los principales planteamientos que se formularon entorno al concepto de ‘Sostenibilidad’, descubriendo así qué tipo de Industrias demanda el mercado de hoy.
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Por Chilemeat /FAENACAR A.G.
En el marco del Foro Empresarial que desarrolló la Cepal en Chile la semana del 22 de abril, no sólo se rindió cuenta de los avances en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos en la Agenda 2030 que los distintos países de América Latina y el Caribe han ido trabajando, sino también se plantearon estrategias y experiencias público – privadas respecto al financiamiento y monitoreo de los ODS.
Chilemeat, presente en la tercera reunión del foro, presenció las intervenciones de varios exponentes chilenos y extranjeros, en los que destacamos a Jeannette Von Wolfersdoff, directora de la Bolsa de Comercio de Santiago, quien comentó cómo la Bolsa de Comercio está integrando criterios de sostenibilidad en sus operaciones y qué es lo que demanda el mercado.
En ese sentido, Jeannette afirmó que “La sostenibilidad debe ser entendida como parte del modelo de prevención de riesgos de la empresa, en la que se debe tomar conciencia que es rentable también y debe ser visto como parte del negocio, no sólo para atraer talentos, sino también para evitar conflictos.”
Respecto a cómo la Bolsa de Comercio de Santiago está apoyando e impulsando iniciativas de sostenibilidad, su directora manifestó que en Chile se creó el ‘Índice Dow Jones Sustainability” (DJSI Chile)’, el primero de su tipo en el país usando la metodología de cálculo de Dow Jones Índices de sostenibilidad y el primero en usar el IPSA como base.
No obstante, Jeannette se dio el tiempo de analizar y comentar el actuar de las empresas chilenas, las que lamentablemente estarían muy por debajo del promedio Regional en materia de sostenibilidad. “Pienso que el problema nace por la falta de conexión del enfoque en prevención de riesgos de las empresas con los ODS. La amplia mayoría de las empresas todavía lo ve como algo bonito a tener, no lo ve como parte del negocio, y en este sentido la mayoría no tiene comités de directores para elevar el tema, porque no es un trabajo que solo la gerencia pueda solucionar si no tiene el apoyo e intercambio de tópicos. Necesitamos una empresa con diversidad, con directivos que quieren avanzar y cambiar, que no tienen miedo a trabajar con otras empresas… Václav Havel, político y dramaturgo checo en uno de sus discursos sobre el poder dijo: ‘las personas de poder se convierten fácilmente en prisionero de su posición, de sus ventajas y su función. Hay algo mortífero en esta tentación, el hombre se petrifica en su propio busto, y aunque el busto acentúa su gloria, resulta a la vez sólo un pedazo de piedra muerta’; tomo esta cita para destacar cuán importante es que las personas con poder en las empresas chilenas internalicen lo que Havel llama ‘un espíritu de alerta’; que sospechen de sí mismos, que no estén cómodos sobre los éxitos logrados y el poder que han podido gestionar y mantener, porque en materia de gobierno corporativo, materia medioambiental y social, derechos humanos hay tantos desafíos por delante, que sólo podemos enfrentar en conjunto, escuchando a otros, aprendiendo de otros, teniendo este espíritu de alerta y así seguir impulsando la sostenibilidad del negocio, tomando más en serio las alianzas público-privadas, porque lo que no se co-crea entre gobiernos, empresas y sociedad civil, termina al final siendo impuesto.”
Por su parte, Gonzalo Muñoz, cofundador de Triciclos y Sistema B en Chile, además de miembro del directorio de la empresa B-Lab, planteó que la propuesta de valor que demanda el mercado hoy, son empresas, organizaciones privadas con fin de lucro, comprometidas a atender al mismo tiempo objetivos sociales y ambientales de la misma manera que los financieros. A lo que comento que la forma concreta de hacerlo es tener realmente un propósito integrado en los estatutos. “Eso hace una diferencia notable; cuando dentro de los estatutos existe un elemento, un párrafo que no sólo es mandatorio para que la organización atienda objetivos sociales y ambientales, sino también incluso protege a los directivos y ejecutivos de la empresa de no ser demandados si están eventualmente haciendo una actividad, que es beneficiosa en lo social y ambiental, pero potencialmente se puede entender como un atentado a los objetivos financieros de corto plazo.”
Ahora bien, más allá de ponerlo en los estatutos como una declaración de principios asociada a misión, visión o valores, hay que trabajar en medirlos; a lo que Gonzalo Muñoz manifiesta: “nos hemos dado cuenta que el sector financiero ha comenzado a validar la ‘Herramienta de Medición de Impacto B’ como un elemento valioso para verificar que una empresa está teniendo un comportamiento responsable entorno a los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG – sigas en inglés). La Herramienta de Impacto B la usan más de 80 mil empresas en el mundo, que justamente apunta al cumplimiento de los ODS y que permite de alguna manera hacer benchmark, además de generar una pedagogía empresarial que ayuda a las organizaciones y gremios a avanzar en la sostenibilidad de todos los pilares del negocio.”
A lo que añade “a los empresarios no se nos ha formado, por lo menos en los últimos cien años, a atender los objetivos sociales y ambientales de la misma forma y rigurosidad como atendemos los financieros. Se nos ha enseñado, por el contrario, a maximizar las utilidades muchas veces sin importar cómo lo estamos logrando; y es eso lo que debemos cambiar.”